Diferentes alfabetos frente al analfabetismo

Jian

Jian tiene diez años. Él y sus padres se mudaron de China a los Países Bajos hace 7 meses. Jian se encuentra en una escuela holandesa hace ya 5 meses. Jian ha obtenido buenos resultados en el curso de holandés hablado; también comprende las matemáticas de sexto grado y a veces se une a la clase de matemáticas del aula ordinaria de sexto. Sin embargo, su profesora no cree que deba unirse al aula ordinaria tan pronto. Sus habilidades de lectura y ortografía están muy por debajo de sus habilidades matemáticas. Además, Jian no se atreve a decir mucho en clase y no interactúa con sus compañeros.

La profesora se dio cuenta de que Jian es bueno en matemáticas. Sus lecciones en el aula ordinaria no sólo le permiten avanzar en sus habilidades matemáticas, sino que también lo exponen a una gran cantidad de información lingüística relevante y oportunidades de interacción social (Harklau, 1994).

Ciertamente, Jian no es el primer alumno que tiene dificultades con la lectura y la escritura en el idioma del país de acogida después de la migración. La representación del sonido a través de las letras es más sencilla en algunos idiomas (como el español y el italiano) que en otros (como el inglés). Además, los alumnos mayores ya manejan unas correspondencias entre los sonidos y las letras en su propio idioma, que puede ser diferentes de las del idioma de la escuela. Debido a esto, la lectoescritura no es tan sencilla. Para algunos alumnos, como Jian, las cosas se complican aún más debido a que sus idiomas se expresan con caracteres diferentes a los utilizados en el idioma del colegio. El holandés, por ejemplo, utiliza caracteres de base latina, mientras que, por ejemplo, las lenguas eslavas, el griego y el árabe utilizan caracteres diferentes, y los caracteres chinos no representan sonidos sino el significado de la palabra.

Es importante tener en cuenta que existe una diferencia entre los alumnos que no conocen o utilizan los caracteres latinos en sus propios idiomas y los alumnos analfabetos que no han recibido educación en su país de origen: para estos últimos, la transición no sólo es más difícil en lo que respecta a las aptitudes académicas, sino también debido a la falta de conocimiento de las normas escolares y las posibles normas y valores diferentes. Estos aspectos, combinados con la falta de interacción positiva entre el alumno y los profesores, pueden dar lugar a un desinterés por la lectura, a la falta de motivación y a problemas de comportamiento (Birmania y Tran, 2015; Suárez y otros, 2008). Por lo tanto, no se pueden agrupar estos dos tipos de estudiantes, ya que es probable que haya grandes diferencias en los procesos de desarrollo y socialización por los que pasaron mientras crecían; asegúrese de tener esto en cuenta cuando trabaje en el expediente del estudiante, así como durante la transición-más información en el enlace. (Languages)

Diferentes guiones contra el analfabetismo

¿Con qué frecuencia se encuentra con un alumno que sólo sabe leer y escribir usando caracteres diferentes? ¿Qué hace cuando esto es así: qué métodos se aplican en su escuela? ¿Hay métodos/enfoques distintos para los alumnos analfabetos que para los alumnos que han sido educados de manera diferente en lo que se refiere a la lectura y la escritura?

Recursos para la familia

“Una cosa es identificar los recursos pero otra muy distinta es usarlos de manera fructífera en las aulas” (Moll & González 1994: 441). ¿Cómo reconoce usted los recursos (lingüísticos) de los estudiantes y sus familias?

Falta de educación en el país de origen

¿Qué hace si un alumno nunca fue a la escuela en su país de origen? Imagine que es usted el alumno: si fuera un niño o un adolescente y tuviera que vivir y trabajar con gente en un país con reglas desconocidas y, para usted, ilógicas, ¿cómo se sentiría? ¿Por qué el alumno podría mostrar cierta resistencia contra su enfoque?